miércoles, 30 de septiembre de 2009

El viaje íntimo de la locura

Ayer visite el centro. Tenía un par de recados que hacer en Sol. El más importante era hacerme con la primera novela de Roberto Iniesta, "El viaje íntimo de la locura". No espero que sea una gran obra literaria, tiene más valor sentimental que otra cosa. No me considero un groupie de nadie, pero he de reconocer que la música de Robe me ha acompañado y acompaña por el devenir de la vida y no quería perder la oportunidad de comprobar que es capaz de plasmar en un libro. De momento no tiene mal aspecto, tengo la sensación de que voy a devorarlo en poco días, me esta empezando a picar la curiosidad de lo que sucederá en la aburrida vida de Don Severino.

Cuando volvía a casa, mientras comenzaba a ojear la novela, me inundó un gran sentimiento de melancolía, comencé a observar lugares y muchos recuerdos se escaparon de ese baúl donde estaban guardados. Caminaba por el Paseo de la Castellana cuando llegue a la pequeña plaza que hay bajo el puente Juan Bravo, plaza que creo bautizaron como "Museo al aire libre". En aquél lugar, hace muchos años, mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, me anunciaron la llegada de un ángel que revolucionaría mi existencia, allí iniciaría un camino que, sorprendentemente, hoy me ha conducido a este oscuro lugar, a esta lúgubre existencia donde solo ella es capaz de poner algo de luz.

No he podido evitar que al tener esos recuerdos un extraño abatimiento se instale en mi vida, una gran sensación de derrota... parece que yo también he emprendido mi particular viaje íntimo hacia la locura.

"En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que sólo espera que regrese la vida"

Fragmento del libro "El viaje íntimo de la locura" de Roberto Iniesta.

2 comentarios:

  1. me recuerda a la obra viaje interior de Herman Heese
    aunque el lobo estepario es un viaje a la locura al despertar a la vida
    te lo recomiendo
    saludos
    buenos escritos
    lisbeth

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  2. Herman Hesse es de mis escritores favoritos y uno de los culpables de que yo me aficionara a la lectura. Recuerdo de tomar prestado el libro de "Demian" de la librería de mis padres cuando apenas tenía uso de razón.

    Un saludo,

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